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El ciudadano británico Christopher Douglas Emms, buscado por el FBI por supuestamente ayudar al gobierno de Corea del Norte a evadir las sanciones de EE. UU. a través de criptografía, fue arrestado en Moscú por la oficina rusa de Interpol el 21 de febrero, según informes de los medios locales.
Emms ha estado en la lista internacional de personas buscadas del FBI durante varios años por su papel en el suministro ilegal de servicios de criptomonedas y blockchain a la República Democrática de Corea del Norte (RPDC) junto con el ciudadano estadounidense Virgil Griffith y el ciudadano español Alejandro Cao de Benós.
Emms ganó un caso de extradición contra Estados Unidos en 2022 después de estar detenido en Arabia Saudita durante ocho meses. Después de que Arabia Saudita rechazara la solicitud de extradición del gobierno de EE. UU., Emms abandonó el país del Medio Oriente y se mudó a Rusia, donde le ofrecieron la residencia.
En ese momento, la representante de Emms, Radha Stirling, directora ejecutiva de Due Process International, dijo que se mudó a Rusia porque el país no lo extraditaría y estaría «100%» seguro allí. El sentimiento no es raro considerando la propia batalla de Rusia con las sanciones de EE. UU. y su historial de rechazo de tales solicitudes.
Emms ha negado todos los cargos. Actualmente no está claro si Rusia lo extraditará a los EE. UU.
Ayudando a la RPDC
Según la página de los más buscados del FBI, Emms y Benós organizaron y llevaron a cabo la “Conferencia de Blockchain y Criptomonedas de Pyongyang” en la República Democrática de Corea del Norte en 2019.
Emms contrató a Griffith, un experto estadounidense en criptografía y exdesarrollador de Ethereum, para ayudar con la conferencia. Los dos enseñaron a los norcoreanos sobre blockchain y cómo usar las criptomonedas durante el evento, que incluyó a representantes y miembros del gobierno de Corea del Norte.
Además, Emms está encargado de ayudar a la RPDC a trazar transacciones de criptomonedas que evitarían las sanciones de EE. UU., así como de proponer «contratos inteligentes» para ayudar al país con el mismo propósito.
El esquema se interrumpió en 2019 cuando Griffith fue arrestado y acusado por el FBI. Se declaró culpable de los cargos y fue sentenciado a un mínimo de 63 meses de prisión en 2022.
Mientras tanto, Benós sigue prófugo y se considera que está escondido en España.